La higiene dental es necesaria para mantener unos dientes y encías sanos. Sin un cuidado adecuado, pueden surgir caries, problemas en las encías, así como diversas complicaciones que, en última instancia, pueden provocar dolor, problemas en el habla, pérdida de piezas dentales y disminución de la autoestima. La prevención y diagnóstico precoz son las claves para evitar los problemas dentales más comunes.

Cepíllate con regularidad para mantener una adecuada higiene bucal

Cepillarse los dientes a diario es esencial para mantener una buena higiene bucal y unos dientes sanos. Cepillarse los dientes ayuda a eliminar la placa y las bacterias que pueden dar lugar a la caries.

Asegúrate de cepillarte los dientes dos veces al día, pero no lo hagas de forma agresiva. Cepillarse con demasiada fuerza puede dañar el esmalte de los dientes y las encías. Te recomendamos usar cepillos con cerdas suaves.

¡No olvides tu lengua!

Al mismo tiempo que te cepillas los dientes, no descuides la lengua porque la placa también se acumula allí. Hay diferentes maneras de hacerlo. Puedes utilizar un raspador lingual, una cuchara o incluso la parte posterior de tu cepillo de dientes si tiene un borde para raspar.

¿Necesitas un extra de flúor?

El flúor ayuda a prevenir la caries y la falta de flúor podría provocar caries. Básicamente, el flúor combate los gérmenes y proporciona una barrera protectora a los dientes. Cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta dental con flúor favorecerá tu higiene bucal y mantendrá tus dientes sanos.

Consulta con tu dentista si necesitas comprar un enjuague bucal con flúor, o pregunta por otras opciones dependiendo de cuáles sean tus necesidades dentales.

Usa el hilo dental una vez al día

El hilo dental elimina la placa y las bacterias entre los dientes, un lugar al que el cepillo no puede llegar. El uso del hilo dental es tan importante como el cepillado, ya que también elimina los restos de comida que se quedan atrapados entre los dientes, estimulando la encía y reduciendo la inflamación.

Utiliza el colutorio

El enjuague bucal favorece tu higiene dental reduciendo la cantidad de ácido en la boca, contribuyendo a la remineralización de los dientes y limpiando lugares inaccesibles por un cepillo de dientes o hilo dental. El enjuague bucal complementa el cepillado y el uso del hilo dental y contiene ingredientes activos para mantener una excelente higiene bucal.

El cepillado solo limpia los dientes, que constituyen alrededor del 25% de la boca. El enjuague bucal, sin embargo, limpia toda la boca y combate los gérmenes alrededor y por debajo de la línea de las encías, para lograr máxima limpieza y protección.

¡Fuera los malos humos!

Fumar también afecta a tu higiene dental. El tabaquismo provoca enfermedades en las encías, ya que las bacterias de los dientes se introducen bajo la encía, y también provoca un aumento de los niveles de placa y sarro si los gérmenes permanecen en los dientes durante mucho tiempo.

Los alimentos que manchan, al igual que el tabaquismo, también influyen en el color de los dientes, lo que hace que tengan un aspecto poco saludable y fresco.

Cuida comes y lo que bebes

Tu dieta juega un gran papel en tu higiene bucal y te ayuda a mantener tus dientes sanos. Asegúrate de que tu dieta es equilibrada, con muchas frutas y verduras, alimentos con almidón y proteínas, pero limita el consumo de alimentos con alto contenido en grasa y azúcar.

Las bebidas azucaradas también pueden dañar tus dientes porque pueden provocar caries. También pueden contener altos niveles de ácido, lo que provoca la erosión de los dientes.

Acude al dentista con regularidad

No dejes de acudir a tus revisiones periódicas al dentista para mantener tu higiene bucodental y buscar la opinión y el consejo de un profesional. Un dentista puede evaluar y diagnosticar cualquier problema que requiera una intervención temprana antes de que sea grave.

¡Pide cita hoy mismo y ven a visitarnos!