Los implantes dentales son la mejor opción para aquellas personas que han perdido uno o varios dientes. Requieren una pequeña cirugía dental, seguida de un tiempo de curación más largo, pero en general este tratamiento relativamente moderno proporciona la mejor solución a largo plazo para reemplazar los dientes faltantes.
Veamos algunos de los beneficios más significativos de ponerse implantes dentales para reemplazar los dientes perdidos.
Solución permanente
Aunque la colocación de implantes es un procedimiento bastante largo en comparación con otros tratamientos dentales, también proporciona una solución duradera. A diferencia de muchas restauraciones dentales que pueden necesitar reemplazos después de unos años, los implantes dentales pueden durar veinte años o más una vez que se han integrado con éxito en el hueso de la mandíbula. Esto dependerá en gran medida de lo bien que los cuides, pero afortunadamente esto es bastante sencillo de hacer y no requiere una limpieza complicada, a diferencia de las prótesis dentales.
Resistencia y estabilidad
Aunque las prótesis dentales y los puentes ofrecen cierto nivel de resistencia, no se acercan a la resistencia de los implantes dentales. Esto significa que, una vez integrado, tu implante funcionará como un diente natural sano. Esta resistencia también está relacionada con la estabilidad del diente. Mientras que las prótesis dentales a veces pueden moverse en la boca, el implante sustituye la raíz del diente faltante y proporciona un anclaje muy seguro para la fijación de la corona.
Retención del hueso de la mandíbula
Una diferencia importante entre las prótesis/puentes y los implantes dentales es que la colocación de implantes es la única que sustituye no solo la parte de la corona del diente sino también la raíz. La colocación de una raíz dental artificial significa que el hueso de esa zona no es reabsorbido por el cuerpo, como ocurre con las prótesis dentales y los puentes. Esto evita la posibilidad de que los dientes se muevan y se modifique la forma de la cara.
Apariencia
El implante ser de titanio y queda prácticamente oculto bajo la línea de las encías. Sin embargo, lo que sí se ve es la corona que va unida a él. En La Clínica Dental Abad utilizamos únicamente coronas dentales de alta calidad que son fuertes, resistentes a las manchas y de aspecto natural.
Comodidad
Aunque puede haber un breve periodo de transición tras la colocación del implante en el que te sientas raro, una vez te hayas acostumbrado a tu nuevo diente, te olvidarás de él, salvo para limpiarlo correctamente. La mayoría de nuestros pacientes nos dicen que ahora lo ven como “un diente más”.
Capacidad para comer
Uno de los mayores inconvenientes de las prótesis dentales es que, después de probar un poco, muchas personas renuncian a comer ciertos alimentos porque son difíciles de masticar. Este no es el caso de los implantes dentales y no hay ninguna razón por la que debas evitar tu comida favorita, por muy “difícil” que sea de masticar. Un implante sano lo hará con la misma facilidad que un diente natural.
Facilidad de limpieza
Tanto las prótesis como los puentes son bastante complicados de limpiar. Los implantes dentales, por el contrario, no requieren ningún esfuerzo y pueden limpiarse simplemente como lo harías con tus dientes naturales.
Aunque el implante y la corona están hechos de materiales artificiales, es importante que tengas cuidado y limpies muy bien tanto los dientes como el implante. Aunque el implante en sí no puede deteriorarse, las encías y el hueso circundante sí pueden degradarse por problemas periodontales. Esto puede provocar un debilitamiento de la unión entre el hueso y el implante, e incluso puede hacer que el implante falle. Un cepillado diligente, el uso del hilo dental y la visita a un higienista cada seis meses son suficientes para ayudar a mantener un implante dental sano.